Para poder crear una descripción de un paraíso hay que analizar lo que significa este concepto a día de hoy en un mundo donde las tendencias cambian antes de ser masificadas y estas, a su vez, difieren dependiendo del individuo con el que hablamos. Con lo cual, la masificación de tendencias o de maneras de pensar, estará casi siempre frenada por la mezcla de individuos que van actualizando estas tendencias a un ritmo muy alto. Antes del movimiento moderno, había menos tendencias pero más frecuentes y estas abarcaban a la mayoría de la población. Y mucho antes del movimiento moderno había muy pocas tendencias pero abarcaban a casi toda la población, e incluso, estas maneras de pensar estaban vigiladas por diferentes leyes sociales que te obligaban a pensar de ese modo. Hoy en día el mundo se ha “atrevido a saber” y esto a hecho que las tendencias se individualicen en vez de generalizarse eliminando aquellas leyes sociales y tiranos que intentan imponer sus propias maneras de pensar sin que estas sean aceptadas por la sociedad. Gracias a las diversas maneras de pensar que diferentes individuos han dado a nuestro mundo hemos podido definir mejor varios conceptos que desde antaño tenemos y uno muy importante es el paraíso.
La idea de paraíso cambia según la tendencia con la que se mire. Hoy en día el paraíso puede ser difuso y abstracto ya que la variedad de tendencias que influyen en nuestra sociedad es muy alta. Las predisposiciones de cada individuo serán las que definan un paraíso y por lo tanto estos paraísos van a ser múltiples. Dicho esto, queda claro que el paraíso de Pepe será diferente al paraíso de George o al de Marwan o al de Chan. Entonces surge la pregunta de qué es el paraíso.
Hoy en día el paraíso no tiene porque ser un lugar como creen las tendencias clásicas, ni tampoco hace falta finalizar el recorrido de la vida para poder disfrutarlo, es más, no hay un proceso de selección sobrehumano que indica cuando o quien puede o no sentir el paraíso. En el paraíso se puede estar durante unos instantes y luego salir. Para llegar al paraíso absoluto es necesario tener un estado de plenitud máximo a todos los niveles sensoriales y la satisfacción mental necesaria, de manera que, el equilibrio entre lo natural y lo artificial del individuo se consigue y resultan en el limbo o nirvana o en el paraíso, dependiendo de como lo queramos llamar. Llegar al paraíso de forma controlada y premeditada es muy difícil, aunque hay poca gente que lo ha conseguido. Yo tuve la suerte de tener un profesor que nos contó como fue su plenitud máxima.
Se trata de uno de mis profesores de Inglés que tuve en el colegio, Earl Freeborn. Es un hombre religioso y de Estados Unidos, cinturón negro y segundo Dan de Taekwando cuya cultura y tendencias se distinguen claramente desde la lejanía. Este individuo decidió aislarse del mundo para poder crear su propio paraíso en Alaska. El buscaba aquel placer espiritual que muchos de sus ídolos habían encontrado con diferentes experiencias como la que el iba a tener. Con la comida justa, una tienda de acampar, unos bolígrafos, un cuaderno en blanco y una caña de pescar, mi profesor se había aislado a las orillas de un lago en Alaska durante el verano para alcanzar su paraíso. Y así fue, esa mezcla de placeres le mantuvieron en el Limbo durante alrededor de un par de semanas. El contaba que los primeros días uno tiene todos los placeres necesarios pero hasta que la mente no alcanza la satisfacción necesaria uno no entra en un paraíso absoluto. También nos dijo mi profesor que la sensación el ya la había sentido antes pero durante instantes muy cortos y nunca de una manera tan controlada como esta vez. Hay momentos en que se produce esa combinación de sensaciones y pensamientos dando instantes de placer absoluto como en un orgasmo, por ejemplo. Pero mi profesor no tenía su isla bien aislada ya que al cabo de unos meses de viaje a la orilla del lago, un día por la mañana, se acerco a pescar cuando desde lo lejos se acercaba un barco de cincuenta metros de largo y a motor de combustible que en su costado ponía GREEN PEACE. Estos intrusos tuvieron la vergüenza de alejar a mi antiguo profesor de inglés de su isla y paraíso quitando el placer de pescar y acampar a orillas de un lago de Alaska. No hizo falta moverlo de lugar para quitarle su paraíso sino que ya no estaba aislado. Mi profesor tiene la idea de que para alcanzar el paraíso se debe de aislar del resto de la gente, ese era su factor aislante y se lo rompieron. Aparecieron personas. Además de personas también empezaron a aparecer condicionantes como el de prohibir la pesca. Mi profesor tuvo que volver a su vida para buscar momentos paradisíacos como los de antes.
Con esta historia me atrevo a decir que es imposible estar en plenitud máxima eternamente. Lo posible es hacerlo durante unos instantes, durante algunos meses, o durante una época de tu vida pero es evidente que algo habrá en algún momento que te saque de tu paraíso sea por falta de placeres o de equilibrio mental, a veces es por falta de aislante. Para estar en plenitud máxima es necesario estar aislado pero no tiene porque ser aislado físicamente ni socialmente. Uno puede estar acompañado de sus amigos y sentir el paraíso. Uno puede estar con su grupo de música favorito y sentir el paraíso. Sin embargo uno tiene que estar aislado de las tendencias, de los prejuicios, de los clichés, de las reglas y leyes o de las predisposiciones culturales que cada individuo siempre lleva consigo. Sino, no podrás estar en el paraíso.
Para concluir voy a dar una definición de los que es para mí un paraíso y con ella crear una imagen de una escena o momento paradisíaco personal.
Paraíso: Combinación de circunstancias físicas, espaciales, sensoriales y mentales que dan lugar a la máxima plenitud natural y artificial (corporal y mental) durante una cantidad de tiempo indeterminada.
A continuación una explicación gráfica del texto anterior. Cada color representa una variable diferente. Es decir una situación que produce placer. Cuando se mezclan diferentes situaciones se empieza a crear una superposición central de situaciones que se acercan al paraíso. Sólo aquellos instantes que aglomeren un máximo de situaciones placenteras serán los paraísos. Nunca hay que olvidar que el placer es un estímulo de una zona específica de nuestro cerebro. Hay varias cosas que producen placer dependiendo de la cultura e influencia de tendencias que cada individuo lleva consigo. Cuando coinciden un cúmulo de placeres en un mismo espacio-tiempo esto acerca al individuo a su paraíso.
Una imagen que se aproxima a un instante paradisíaco. En Central Park se contrasta (artificialmente) la naturaleza con la mente humana. Podemos ver ese parque tan natural, en pleno centro de Manhattan. Dentro de Central Park uno se siente aislado, protegido de toda influencia aunque este rodeado por la propia ciudad. Esa imagen de balance entre naturaleza y artificio siendo la naturaleza rodeada por el artificio pero consiguiendo seguir siendo naturaleza. Uno se siente protegido, aislado del consumismo, aislado de todo tipo de democracias y globalizaciones, pero en cambio, esta rodeado por ella. El aislante es difícil de encontrar si uno sigue buscando los elementos físicos para crear la metáfora. El aislante es la propia naturaleza que te defiende de la ciudad. Sus ruidos de pájaros, el agua, los árboles, los olores, el viento... Mi paraíso es una isla que vive gracias su aislante. Me encuentro rodeado de amigos y de comida que me gusta para que las condiciones de placer aumenten y se superpongan en este lugar del parque. En esta isla (mi paraíso dentro del parque) dentro de otra isla (central park) que está a su vez en un isla (manhattan) dentro del mundo.
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